En los últimos tiempos, las entidades bancarias han notado que el el pago de la matrícula de los estudios universitarios, de un master o de temas relacionados con estudios, constituyen un tema de preocupación para muchas familias. Por ello se han dedicado a ofertar en el mercado, diferentes productos para financiar estas necesidades. Son los llamados créditos para estudios, cuyas solicitudes han aumentado a un ritmo de un 10% anual.
Son variadas las opciones que las entidades abarcan y que van desde los gastos para adquirir un ordenador hasta los viajes de estudio, pero sin dudas los préstamos más requeridos son los que financian postgrados o másters sin distinción por parte de las entidades bancarias de si se trata de centros públicos o privados. El interés de las entidades en comercializar este tipo de préstamos está dada por el hecho de que las familias están más predispuestas a contratar un préstamo para hacer frente a algo tan importante como es la educación de los hijos.
Lo importante a tener en cuenta a la hora de contratar este tipo de préstamos es el tipo de interés que aplicará la entidad. La tendencia actual son los tipos de interés variable. En la actualidad, se pueden encontrar préstamos para financiar estudios de postgrado a intereses referenciados al euríbor más un diferencial de un punto. Sin dudas son intereses muy competitivos y mucho mas bajos que los aplicados en préstamos para financiar otro tipo de bienes Casi todas las entidades bancarias cubren hasta el 100% del valor de la matricula del curso, mientras que otras establecen máximos.
Los plazos de amortización estan generalmente relacionados a la duración de los cursos y van de 1 a 10 años, introduciéndose en los ultimos tiempos los llamados períodos de carencia, donde solo se pagan los intereses y no el capital de manera tal que las cuotas en ese periodo pueden resultar mucho mas bajas.
Las condiciones que generalmente se solicitan ante este tipo de préstamos son: poseer una cuenta corriente abierta, domiciliar una nómina (del joven, su padre, madre o tutor) o contratar una tarjeta. Además de eso es necesario presentar documentación relacionada con los cursos que se pretenden financiar ( duración, matricula etc.) y hallarse dentro de una determinada franja de edad ( generalmente entre los 18 y 35 años).